El bautizo de los "bollos" en Cajamarca
En Cajamarca, para la fiesta de Todos los Santos y de los Difuntos, del primero y dos de noviembre, se preparan los bollos o bizcochos en forma de niños conocidos en el sur como wawas. A estos bollos se les coloca ojos, pelo, boca y nariz de la masa teñida con el hollìn del horno. Tambièn los suelen preparar con masa de alfeñique o pastillaje blanco y se les denomina bollos de azùcar. En la ciudad acostumbran vestirlos con ropas de tela o papel crepè y gorritos vistosos para bautizarlos en una fiesta con toda la solemnidad del caso, con invitaciones, capillos y bocaditos y la presencia de padrinos, curas e invitados. El personaje que hace las veces de cura reza y bautiza al bollo con agua bendita ante la algarabìa de los compadres y comadres quienes brindan y bailan con los invitados. Luego las manos, piernas y cuerpo del bizcocho se reparten entre los asistentes. Los campesinos regalan a sus hijas un bollo en forma de muñeca con carita y rulos y a los niños un torete o carnero hechos con la masa de mollete. Las niñas guardan estas muñecas o las portan en su quipe (manta para cargar cosas en la espalda) y juegan con ellas como si fueran seres vivos.
FUENTE: Marcela Olivas Weston- directora Instituto Regional de Cultura-Cajamarca
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