Pablo Guevara viaja en trasatlántico
Murió el primero de noviembre... Todos los Santos. Un día triste como el día en que hace 33 años nací. (J.A.P)
Desde hace dos meses un mal a la sangre lo amenazó de muerte y al final acabó con su vida. Mas no así con su poesía, tampoco con su fresca imagen porque Pablo Guevara, a pesar de los años que tenía, era un muchacho entre los mayores y muchacho entre los muchachos.
Además el poeta tenía la virtud –también la tiene Oswaldo Reynoso en el campo de la narrativa– de haber estado siempre en diálogo amical y creativo con los poeta noveles. Seguro ahora les hará una falta sin fondo. El poeta nació en Lima en 1930. Se embarcó a estudiar literatura peruana en la U. de San Marcos. En 1954 fue Premio Nacional de Poesía. Un año después, enrumbó a España para estudiar cine, país donde publicó su primer poemario, Retorno a la creatura (1957).
Luego su vida navegó hacia otros puertos, Italia, Francia. A su regreso a nuestro país, en 1965, publicó Los habitantes y el año 1967 Crónica contra los bribones. En 1971 dio a conocer Hotel del Cusco y otras provincias. Luego vino el silencio.
Pero ese silencio se quebró cuando, como un trasatlántico rompiendo hielos, ganó el Copé de 1997 con Un iciberg llamado poesía (después publicó La colisión, Ópera marítima en cinco actos). Estaba previsto. Como poeta inconforme, experimental, reflexivo, juvenil, antropológico, lo abraz(s)ó todo.
Mirko Lauer lo dice en Hueso húmero: “En La colisión de Guevara el silencio es mucho mayor que en la imaginación del siglo, pues la nave y el témpano no llegan a chocar, sino avanzan el uno contra el otro indefinidamente: el barco fantasma de la sociedad y el iceberg cargado de poetas y de poesía (en un momento Guevara prácticamente llega a llamarlo el BAP, Barco de la Armada Poética, Westphalen) desencontrándose permanentemente”.El poeta se fue en su trasatlántico. Quedamos en un mar de preguntas.
Por: Pedro Escribano.
•• HA MUERTO EL POETA • Reconocido miembro de la generación del 50 falleció a los 76 año de edad • Ensayista, cineasta, profesor, ganó, entre otros premios, el Cope de Poesía 1997 con Un iceberg llamado poesía.
Pablo Guevara Miraval, el autor de Un iceberg llamado poesía, inició el gran viaje. El trasatlántico de la muerte se lo llevó. El reconocido poeta de la generación del 50 falleció el miércoles pasado antes de la medianoche.
•• HA MUERTO EL POETA • Reconocido miembro de la generación del 50 falleció a los 76 año de edad • Ensayista, cineasta, profesor, ganó, entre otros premios, el Cope de Poesía 1997 con Un iceberg llamado poesía.
Pablo Guevara Miraval, el autor de Un iceberg llamado poesía, inició el gran viaje. El trasatlántico de la muerte se lo llevó. El reconocido poeta de la generación del 50 falleció el miércoles pasado antes de la medianoche.
Desde hace dos meses un mal a la sangre lo amenazó de muerte y al final acabó con su vida. Mas no así con su poesía, tampoco con su fresca imagen porque Pablo Guevara, a pesar de los años que tenía, era un muchacho entre los mayores y muchacho entre los muchachos.
Además el poeta tenía la virtud –también la tiene Oswaldo Reynoso en el campo de la narrativa– de haber estado siempre en diálogo amical y creativo con los poeta noveles. Seguro ahora les hará una falta sin fondo. El poeta nació en Lima en 1930. Se embarcó a estudiar literatura peruana en la U. de San Marcos. En 1954 fue Premio Nacional de Poesía. Un año después, enrumbó a España para estudiar cine, país donde publicó su primer poemario, Retorno a la creatura (1957).
Luego su vida navegó hacia otros puertos, Italia, Francia. A su regreso a nuestro país, en 1965, publicó Los habitantes y el año 1967 Crónica contra los bribones. En 1971 dio a conocer Hotel del Cusco y otras provincias. Luego vino el silencio.
Pero ese silencio se quebró cuando, como un trasatlántico rompiendo hielos, ganó el Copé de 1997 con Un iciberg llamado poesía (después publicó La colisión, Ópera marítima en cinco actos). Estaba previsto. Como poeta inconforme, experimental, reflexivo, juvenil, antropológico, lo abraz(s)ó todo.
Mirko Lauer lo dice en Hueso húmero: “En La colisión de Guevara el silencio es mucho mayor que en la imaginación del siglo, pues la nave y el témpano no llegan a chocar, sino avanzan el uno contra el otro indefinidamente: el barco fantasma de la sociedad y el iceberg cargado de poetas y de poesía (en un momento Guevara prácticamente llega a llamarlo el BAP, Barco de la Armada Poética, Westphalen) desencontrándose permanentemente”.El poeta se fue en su trasatlántico. Quedamos en un mar de preguntas.
Fuente: Diario la república
0 Comments:
Post a Comment
<< Home