EL PATIO AZUL

Blog del Círculo literario EL PATIO AZUL, en él encontrarás poesía de variada temática, lo social se funde con lo metafísico y aparece reflejado en una filosofía que flota en cada verso. También la narrativa se desliza breve, con talento y sensibilidad.

Tuesday, November 14, 2006

Ventanal Nocturno al viaje de Caín


Con las últimas lluvias te largaste
y entonces yo creí
que para la casa más aburrida del suburbio
no habrían primaveras ni otoños ni inviernos ni veranos.
Pero no.
Las estaciones se cumplieroncomo estaban previstas en cualquier almanaque
Y la dueña de la casa y el cartero no
me volvieron a preguntar
..............por ti.

Antonio Cisneros.
1
A ti, que a esta hora debes habitar algún suburbio.
Después de la tarde,
Entre tus manos las avenidas se hacían pequeñas
Para el regreso,
En el centro de la casa había un hoyo de soledad que reflejaba
Un mañana sin mañana
Y las moscas desde la ventana contemplaban los últimos días del hogar,
El ruido inmediato,
Desposeído,
Se apoderaba de los rincones donde las arañas dormían el último invierno cálido de ayer,
Unas flores sobre la mesa
Desataban el recuerdo del jardín ya sin fragancia
Y un frasco de Nescafé casi vacío como nuestras vidas
Meditaba seriamente sobre su jubilación adelantada.
Para el último recibo de luz sobre un mueble abandonado
La sentencia definitiva le había sido dada
Y la poca luz de los días de aquel setiembre
Ya nadie nos facturaría nuca más.
El perfil de las tardes de aquel entonces
Llegaba como un incendiado crepúsculo desde el oeste,
Nuestras sombras alargadas por la pena de lo irremediable,
surcaban infatigables las últimas horas del hogar.
Por eso la navidad fue tan vacía en aquel año
Y tan insípido el amarillento año nuevo
Porque los días sabían que sería el último en que tu aliento acariciara mis noches
Por eso el cartero cansado de golpear tantas veces sin encontrar a nadie
Se cansó al ver las tardes vacías
Y decidió regresar jamás.
Nuestro ayer ya había sido llevado a otra casa vacía
En una tarde de ausencia
Con nuestras últimas maletas para siempre.
En el lugar de la malva, florecía un macetero vacío
Y en los cordeles de la azotea
Nuestras tardes de enero estaban ahorcadas sin retorno.
Por eso cuando veo que el invierno atraviesa de nuevo las tardes
Frente a un frasco de Nescafé casi vacío
Me acuerdo de ti
Y de los últimos días
Y persigo a las moscas para olvidar tus ojeras.

J.A.Padilla.

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