Sociedad: ¿Escritores instantáneos?
Un American Idol literario. La editorial Simon & Schuster, una de las más poderosas de Estados Unidos, y el sitio de internet Gather.com acaban de lanzar un concurso literario en el que son los lectores quienes juzgan y eligen
Por Diego Otero
Esta escena se suele repetir frecuentemente, tanto en la vida real como en las películas. (También en las pesadillas de los escritores inéditos, desde luego). Un autor joven -un literato wannabe, digamos- llega a la enorme y lisa puerta de vidrio espejado de una editorial con su manuscrito en brazos. Todo está quieto. De pronto, se sobresalta al ver que su reflejo retrocede extrañamente mientras que del otro lado alguien abre la puerta. Una vez adentro, la oscuridad es casi total. Solo un cono de luz ilumina una desalentadora ruma de manuscritos. De modo que el joven autor no tiene más remedio que empinarse y colocar su obra (la obra que -piensa, o se esfuerza en pensar- le salvará la vida) en la cima de aquella ruma. El resto de la historia es silencio.
Pues según los organizadores de Primeros capítulos (traducción literal del nombre de este peculiar concurso) eso se terminó. "Esta es una muy buena oportunidad para que uno pueda dar a conocer su trabajo, y también para que pueda recibir una respuesta efectiva tanto de sus pares como de la comunidad editorial", ha dicho Tom Gerace, el fundador del sitio web Gather.com (suerte de Myspace adulto contemporáneo), que es la plataforma desde la que se está lanzando este concurso. ¿Pero de qué se trata exactamente? La noticia fue lanzada este 11 de enero, e hizo eco en algunos de los medios de prensa más importantes del mundo angloparlante. (Aunque quizá lo interesante no sea tanto el concurso en sí, sino las cosas que trae a colación. Pero vayamos por partes). En palabras del propio Gerace, por lo pronto, estamos ante una especie de "American Idol para gente pensante".
LA MECÁNICAEl asunto, en realidad, nació cuando un grupo de ejecutivos de la editorial Simon & Schuster decidió establecer contacto con Gather.com para ver si podían lanzar algún proyecto en colaboración, algo que les brindara rédito a ambos. Al final, el proyecto tomó forma de concurso: puede participar cualquiera que escriba en lengua inglesa y que no haya publicado un libro. Este es el mecanismo de participación y selección. Primero, cada autor en ciernes deberá colgar en el site de Gather el primer capítulo de su novela. Luego, en la primera ronda, que durará hasta el 3 de abril, la comunidad de miembros de Gather votará para elegir a quince de veinte escritores que pasarán a una segunda etapa. (El equipo editorial de Gather elegirá a los cinco restantes).
En la siguiente ronda, los veinte escritores seleccionados colgarán el segundo capítulo de sus libros para que los mismos votantes escojan a diez semifinalistas. Finalmente, en la última ronda, que durará del 2 al 22 de mayo, el tercer capítulo de estos diez semifinalistas pasará por el mismo cernidor, dejando apenas cinco finalistas. (Cuatro escogidos por el público y uno por el comité editorial de Gather). El 31 de mayo, un jurado conformado por "altas personalidades del mundo de las letras" elegirá al ganador del premio, quien recibirá cinco mil dólares, un contrato de publicación con Touchstone Fireside (rama de Simon & Schuster), y otro contrato de distribución con Borders, para asegurarse de que su libro -ese que le salvará la vida- llegue a todos los rincones del país.
LOCOS POR VOTAR¿Cómo llamarlo? ¿Manía, moda, boom? La interactividad ha tomado del cogote al mundo global, y ahora el público enfebrecido del primer mundo vota para elegir al nuevo ídolo de la canción (American Idol), al video más popular de YouTube (esa página tan asombrosa y escalofriante), o incluso (esto ya está cerca del colmo) al comercial que una marca de golosinas exhibirá durante el Super Bowl. Es, en la superficie, la ilusión de una democracia plena, pero también una carnada suculenta para los que quieren jugar la mascarada del poder, esa en la que no existen individuos sino encuestas de preferencias o aceptación. Quizá por eso ya se han hecho oír algunas voces contrarias. Se ha dicho, insistentemente, que un concurso de estas características no incide en la fortaleza artística sino en el impacto popular.
Y eso, claro, nos lleva a otras cosas. ¿No será acaso que este concurso es un síntoma de que la industria editorial de gran escala y sus engranajes empiezan a perder piso?, ¿no es este concurso, después de todo, en cierta forma, un intento algo paranoide y exaltado por inventar, poseer y lanzar al estrellato a un escritor que llegue con una buena cantidad de público incluido? Una cosa más. ¿No deberíamos preguntarnos quién tiene tiempo para leer tantos manuscritos (presumiblemente malos en su mayoría) como para poder votar por uno con conocimiento de causa? En un blog estadounidense en el que se informa del concurso, un lector comenta que los únicos que leerán con interés esos manuscritos son los agentes literarios, es decir, esos personajes que buscan (como aguja en un pajar) su propia gallina de los huevos de oro. Y luego dice: ¿pero no es ese su trabajo de cualquier modo?
No es la primera vezCuriosamente, Simon & Schuster (emporio fundado en los años 20, y que hoy día publica a nombres como Michael Moore, Hillary Clinton o Bob Dylan), no es la única editorial que se ha asociado a Gather.com en los últimos meses. El Premio Sobol, de características similares a Primeros capítulos, que fue lanzado en noviembre pasado por todo lo alto y que ofrecía cien mil dólares al ganador, fue cancelado hace unos días porque no hubo suficientes participantes. ¿Qué pasó?, no lo sabemos. Pero hay un detalle que quizá sea importante: se debía pagar un impuesto de 85 dólares para inscribir los manuscritos.
Tomado del diario "El Comercio"
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