Humberto Eco y sus tres cuartos de siglo
Cumple 75 años de existencia • Escritor italiano –premio Príncipe de Asturias 2000– es autor de El nombre de la rosa, novela de gran éxito • Pero no solo es novelista sino también un reconocido lingüista.
Vida y éxito. Umberto Eco llega a los 75 años con reconocimiento pleno. Al lado, tres de sus obras más conocidas.Agencias.
El maestro y guía de los laberintos está de cumpleaños. El escritor y ensayista italiano Umberto Eco arriba a los tres cuartos de siglo con una trayectoria coronada de éxitos no solo en el campo de la novelística –escritor italiano actual más conocido en el mundo– sino también como un gran semiólogo. Si bien como lingüista había publicado varios textos, fue recién a partir de 1980 que saltó a la fama gracias a su novela El nombre de la rosa, que narra las pesquisas de un monje franciscano en una abadía donde se ha cometido un crimen. Ganó popularidad y reconocimiento. Le granjeó, en 1981, el premio Strega, en Italia, y el premio Medicis, en Francia. Fue llevada al cine por J.J. Annaud.Años después, por su libro de ensayo Kant y el ornitorrinco ganó el premio Príncipe de Asturias de Comunicación en el año 2000.
Pero sus éxitos no se han detenido. El año pasado salió su libro A passo di gambero. Guerre calde e populismo mediatico (A paso de cangrejo. Guerras calientes y populismo mediático), una recopilación de sus artículos entre finales de 2001 y finales de 2005, periodo que abarca desde el 11 de setiembre y pasa por las guerras de Afganistán e Irak. El libro recoge lo que, en su opinión, son pasos atrás dados en los últimos años no solo por el estallido de esas guerras sino también por la reapertura de la polémica contra las teorías de Darwin y el nuevo contencioso entre Iglesia y Estado, ya superados anteriormente.
Autor en su laberintoUmberto Eco nació en Alessandria, cerca a Turín (Italia), el 5 de enero del año 1932. Era hijo de Giovanna Bisio y del contador Giulio Eco. Abandonó sus estudios de derecho en la Universidad de Turín para dedicarse a la literatura y la filosofía medieval, que después le serviría para desarrollar y ambientar sus novelas. Se doctoró en 1954 con una tesis sobre Tomás de Aquino. Trabajó en la RAI como editor cultural hasta 1959, pero lo abandonó también por la literatura.Eco es también un divulgador de la semiótica. Impartió clases en Florencia y Milán, pero sobre todo desde su cátedra de la Universidad de Bolonia a comienzos de los años 70. Como ensayista publicó, entre otros libros, Obra abierta (1962), La estructura ausente (1968), Una teoría de semióticas (1976), Un panorama semiótico (1979) o En busca del lenguaje perfecto (1995).
Después de El nombre de la rosa, Eco publicó El péndulo de Foucault (1988), un libro sobre un grupo de trabajadores de una editorial que se ven inmiscuidos con los enigmas de los templarios. En La isla del día antes (1995), su tercera novela, el protagonista es un noble del siglo XVII llamado Roberto de la Grieve, quien naufraga pero se halla con una embarcación misteriosa de los mares del Sur.
Otra novela suya es Baudolino (2001), de corte picaresco y mucho de aventura. La historia está situada en la época medieval en la que Baudolino es un embustero y se convierte en hijo adoptivo de Federico Barbarroja.El último ecoFinalmente, La misteriosa llama de la reina Loana (2005) cuenta la historia de Giambattista Bodoni, un hombre de sesenta años que un buen día, para sorpresa de todos, despierta amnésico. Puede recordar momentos históricos pero no la memoria personal, ya que es incapaz de recordar, por ejemplo, a su familia y su profesión. La vida en las obras de Umberto Eco es un laberinto que nos atrae y seduce. No le somos indiferentes.
Por la libertad del hombre
Por: Luis Jaime Cisneros
La obra de Umberto Eco como investigador me parece muy importante para todo aquel que esté interesado en la filosofía del lenguaje. Además, creo que no solo en el plano del lenguaje la obra de Eco nos da luces, sino también acerca del hombre y la cultura. Para Eco el lenguaje no solo es el instrumento de la historia sino también de la libertad del hombre, es un instrumento que le ayuda a descubrir su esencia. Una de las numerosas obras de este autor que son recomendables en este sentido es Lector in fabula.
Erudición versus creación
Por: Alonso Cueto
He leído dos obras suyas. En su novela El nombre de la rosa me parece que la erudicion y conocimiento están al servicio de la historia. Pero en El péndulo de Foucault más bien me parece lo contrario, que la historia sirve para demostrar su erudición, por lo tanto me parece más aburrida. Cuando he leído esta obra he pensado que un escritor quizá no debería ser tan erudito. A veces lo que un escritor busca es dejar un párrafo, una página o un libro para la historia y ese, en el caso de Eco, va a ser El nombre de la rosa.
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