ASTERIÓN

El laberinto es amplio
El laberinto es acogedor
Siembro flores en los jardines
El aroma se distribuye por todas sus venas

Miro a la luna siempre
Amo a la luna
Las rosas que siembro son para ella

Se vuelven interminables las noches
Oscuras sin sus besos claros
Que me llegan como miradas, como rayos
Y yo le envío caricias de rosas, de mis rosas
Sembradas sólo para ella

Mato a quien aun en sus pupilas quiera arrebatármelas
Ya son muchos los que caen a mis brazos
Soy extraño dicen
Mientras van muriendo a pausa sus voces

A veces despierto en los rincones
Ya no me asusto de las piedras
Vivo con ellas
Las entiendo aunque no entiendan a mis rosas
Su soledad, su tristeza de piedra

Amo a la luna ya lo dije
Juego con sus sombras

A veces sueño
Ser un pájaro de la noche
Y volar a su lado
Luego despierto tendido

Sé que en sueños la hallo más cerca
Entonces
Procuro su encuentro a ojos cerrados.

EDGAR RAFAEL MALAVER NARRO

Poeta nacido en Cajamarca el año 1974.
Profesor de Lengua y Literatura, con una Maestría en “Investigación Educativa y Educación Superior”
Fue Presidente del círculo literario “Simbiosis”
Integró la “Agrupación Literaria VOCES” y coautor de la revista poética trimestral del mismo nombre.
Es integrante actualmente de “El patio azul” círculo de amigos artistas.
Creador de más de diez poemarios, entre ellos:

“Caras y poesía”
“Entre dos alas”
“Color de las figuras”
“Armonías del verso”
“Mito de eternidades”
“Llaves para un instante”
“Besando al viento”
“Mitos de soledad”
“Valor de hombre”
“Collage fractal”
“Oráculos del Plancton”

I
Cuando ciego quiso llorar
Mas la noche sólo era una estela marina
Una profundidad tenebrosa
Cuando ciego quiso llorar
Y las lágrimas como burbujas en la boca de la ballena
Cuando ciego
Llámame amor, cuando esté para decirte aquí debes quedar
Tu mano sólo fue una desgracia en la vista
Más no temas
El calor el sol no abandonará
Recuerdas amor ésa cristalina fecundidad del vientre
Ese giro de amor en los brazos
Esa mirada muerta desfalleciente el sol no abandonará
Pero la ballena fue capturada un domingo más tarde
Y soñó esa noche que el océano era un ojo de las estrellas
Cuando respiró
De muy allá una estrella la miró
La ballena dando vueltas y tú, amor, ciego
El sueño la fue arrancando de la profundidad
No ballena
No vuelvas
La mirada
Tu preñez déjala en el mar
Tu gigante amante marino
Tu inmenso placer orgiástico
Ballena en tu sueño estaba yo cubriéndome del frío
OH marina estatua ahora entre los arpones
Entre las redes que se extienden a mi cara
Donde la sangre invade mis ojos.

Las tormentas, en la noche, vagan, depresivas.
En toda la noche serás esa música para el silencio.

Cuanta planicie en tu corazón
Amado
Cuanta rosa que se desprende
Amada
Cuanta solución para nadie dime
En las venas sólo entre resplandecientes e invisibles fauces
Las bocas se besan en el cese de la continencia
Cuantas horas quédense Cuantas melodías son como golpes.

La ballena aún viva
A ciento sesenta kilómetros la escucho
¡Amor!
¡Amor!
Grita
Cuanta parecida agua a nubes en el cielo
Cuanta saciedad de besos.
La ballena expulsa la nada y traga mi sueño
Ballena azul de cuadros pequeños e inexplorado cuerpo
Tu macho está para dormirte
Escucha mi grito
Eres más grande que la isla de la muerte
Eres más grande que el secreto del amor
Eres la tempestad en las profundidades
Ese domingo fuiste más azul que el cielo en las redes humanas
Esta ceguera y tú, amor, entre las llamas
Esta fuente que se derrama y tú, amor, entre las llamas
Tu aleta caudal que me impulse fuera de este mundo
Lejos
Antes
Que muera
Saltan en las olas tus deseos
Cómo maniáticas plebes se acercan los navíos a ti
Como acercarme a tu corazón sin latir
¿Cómo
Puedo protegerte de la espuma que salta?
Del agua viva
Del agua anhelosa que estalla en tu cintura
Te genero el placer de la agonía crepuscular
Cuando tus piernas se estiran hasta tocar los limites
Cuando tus manos empuñan la descarnada paz
Cuando tus ojos encuentran planetas habitados
Cuando tu voz sólo dice de mi y yo y yo
Sobre ti como una luna de cara oscura
Sobre ti como una mano gigantesca y venosa
Sobre ti como gota la ballena como una gota
Se desprende del mar y cae al cielo
Trece años ballena seis años ballena
Y por el espiráculo en forma de vapor pulmonar me llamas
La canción de la ballena
Esa canción y ese silencio amor detente en mi pecho desnudo
En esta noche que hacemos del mundo sólo un espejo lujurioso
Tu cabello es el mar donde mis manos en cardume van hacia tu cuello
Flotamos desnudos y hacemos del mar más salado
Hacemos del mar más profundo
Miras el cielo, capturada, agoniza
Miras mi rostro y yo y yo y yo
Sólo un eco de ballena que se sumerge en el más misterioso confín de la tierra